martes, 8 de mayo de 2007

En el mundo de U (II).

Y harto ya de estar más de dos semanas cayendo en un vacío inexorable, cruel y despiadado, en el medio del cual se enfrentó a intertextualidades malvadas, cabrones apagones de luz y repelentes escaletas de tele, al fin U vislumbró el fin. No el fin de nuestra historia, ni su propio fin, sino el fin del trayecto aereoespacial que tan intrigado había mantenido a nuestros lectores. El suelo ya estaba cerca, y U creyó que ese era un buen momento para iniciarse en alguna religión desconocida, rezar a algún dios desconocido y así ahorrarse el posible choque repentino contra la arcilla. Y empezó a rezar, sí, pero tan tarde que su nariz ya estaba pegada al suelo. Podríamos terminar este relato explicando cómo la sangre salpicó a todos los que no paseaban en ese momento por el barrio de los Malvinos, o cómo el golpe fue tan fuerte que retumbó todo el planeta. Pero, sinceramente, no sería la mejor opción. Así que el creador de la historia, en un momento de originalidad repentina, ganas de continuar con el relato y así joder a los lectores, se propuso salvar a nuestro querido U. ¿Cómo? Bueno, uno escribe pero no es tan listo, por lo que dejó a cargo de U el cómo.

- Pues la verdad, si siguiéramos las reglas del continuo espacio-tiempo, después de todo ese rollo que te has pegado ya haría rato que estaría muerto.

Bueno, culpa mía no es. Al menos les he detallado a tus fans una buena manera de morir mientras pensaba cómo continuar.

- Eso funcionaría como una buena excusa si no tuviera yo que pensar ahora qué demonios hacer para no estamparme en el suelo.

Sencillamente, podrías estamparte.

- Y tu podrías no ser tan vago y al menos pensar en un fin decente para mi.

Pero es que no llevas ni tres posts dedicados a tu historia. ¿Cómo quieres que te dé un fin decente?

- ¿Pues sabes qué? Voy a inventarme yo mi propio método de salvación y así como mínimo podemos continuar con mi historia un par de posts más. Así te jodas, malvado.

Y así fue. Sorprendiendo a todos, incluso a su creador, U se sacó de la manga una voltereta ignífuga croquetil, rompió la barrera del sonido, del espacio y del metro, y atravesó el suelo. Y es que, oh lectores, U fue tan imaginativo con su propuesta que no se le ocurrió nada más que atravesar el suelo.

- Vete a parir, mala perzona.

Pero lo que no sabía U es que se estaba dirigiendo en ese momento hacia la boca abierta, mira tu qué casualidad, de un gusano comedor de personas del tamaño de la Sagrada Familia de Sabadell. A causa de la impresión de lo que acabáis de leer, nuestro protagonista se quedó mudo, decidió pedir perdón a su creador y continuó rezando. En menos de 2 milisegundos, aun así, se estampó contra la espalda del gusano.

- Ojadá de coja un adaque ed das manoz, maddito cabbdon...

- ¿Me hablas a mí? -preguntó el gusano, que estaba sorprendido de ver cómo una personita que iba directamente hacia su boca se había desviado como por arte de magia hacia su espalda.

- No, no... Oye, te pido por favor que no me comas. Sé que alguien como yo debe de apetecerte, pero es que mi vida literaria es tan corta que no me ha dado tiempo ni a saber qué hago aquí.

- Oh, ya veo. Eres otra de aquellas víctimas de escritores a quienes se les ocurre una buena idea, la empiezan a escribir, les sale una preciosidad pero no saben cómo continuar.

- ¡Exactamente! ¿Cómo has sabido todo eso habiéndote dicho tan poco?

- Bueno, uno que es viejo y lo sabe todo, pero debo advertirte de qué si

Aburrido de tan poco divertida conversación, el creador paró los motores cerebrales y dedísticos, decidió continuar con su vida universitaria y interrumpió la recién establecida amistad entre U y el gusano comedor de personas. Con esas, sin saber cómo continuará la historia (si es que continua) el creador puso fin al relato y se fue a descansar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un relat digne d'un tio realment boig! ;) Realment és una paranoia però m'ha agradat, dona-li continuitat a l 'U!!!!