lunes, 31 de diciembre de 2007

¿El Corte Inglés, centro comercial? Noooo...

Pues no. La verdad es que, después de estar trabajando durante un mes, al fin y al cabo he descubierto que, al contrario de lo que la mayoría de los mortales pensamos, El Corte Inglés no es un centro comercial. Lo puede parecer, no lo niego, pero en esencia no lo es. Unos pensaran que puede ser un centro de extorsión. Otros que es un centro de consumismo masivo. Pero no. Hoy he sido iluminado y he descubierto la verdad. Y todo gracias a la...





¡SITUACIÓN SURREALISTA DEL AÑO!






Y es que hoy, aproximadamente a las 13 horas del mediodía, he sido testimonio de la verdad, amigos míos. Todo ha empezado de la manera más corriente del mundo. Una señora mujer, procedente de los sures de América, y acompañada por una venerable ancianita de unos 250 años, se disponía a efectuar un abono: devolver un jersey que le había regalado a su hijo pero que le iba pequeño. Hasta aquí, todo bien. Pero en el momento en que procede a darnos el tiquet para efectuar el abono, se da cuenta que se lo ha olvidado en casa, y tiene que volver ir a recogerlo para poder hacer el cambio. La señora mujer coge sus cosas, coge a la abuelita, empieza a caminar y entonces es cuando sucede....





¡LA SITUACIÓN SURREALISTA DEL AÑO! (ahora sí!)




Pues la mujer se queda parada de repente, me mira y empieza a hablar, produciéndose el siguiente diálogo:

- Oiga...
- Dígame, señora.
- Verá, es que claro, tengo que ir a recoger el tiquet del abono, y me gustaría poder volver en menos de una hora, para poder así liquidarlo, pero es que vivo lejos y seguramente tardaría mucho...
- Ahá...
- ¿Le podría dejar (así, como suena) a la amable ancianita (a la que supuestamente cuido y por eso me pagan, añado yo) que llevo en mis brazos, sentada por aquí? Es que si voy con ella hasta a casa me demoraré mucho más, y claro, yo lo quiero liquidar ya esto, así que me gustaría dejarla sentada por aquí hasta que volviera, porque sino tardaría más y...
- (mirada de inquieto/asombro/incredulidad)
- ... y si usted me pudiera sacar un banco para poder dejarla sentadita por ahí, mientras voy a casa...
- (aumento mirada de inquieto/asombro/incredulidad)
- ... pero tendría que vigilarla, porque se le va la cabeza y pierde la memoria, y a la de menos se echa a andar y se pierde, y no recuerda nada, y no sabe dónde está, y yo no la encuentro... ¿Me sería tan amable de hacer este favor?

(RETARDED MOMENT EXAGERATED)

- Vamos a ver, señora (consigo responder)... bancos no tenemos, yo lo siento mucho pero no sé dónde podría dejar usted sentada a la venerable ancianita, y aunque me la dejara en el suelo, yo no podría vigilarla, estoy aquí trabajando y no puedo estar atento a si la ancianita decide ir de viaje alzheimeirco por sí sola...
- Ahhhh.. Ya, ya veo... Bueno, que se le va a hacer... pues adiós.

Y ahí, de sopetón, se terminó la SITUACIÓN SURREALISTA DEL AÑO, este año 2007 que se nos termina y me deja con una última (y gran) verdad: que El Corte Inglés, aunque parezca un centro comercial, en realidad es un... GERIÁTRICO!!! Así que si quieren enviarnos a sus abuelicos, ya saben. Eso sí, nosotros no prometemos nada: si se pierden, vayan a objetos perdidos.

Nada más. ¡Solo desearos un feliz año nuevo, muchachada! Que este 2008 os deje situaciones como estas (o mejores) y que las viváis al máximo! Un besaco y un fuerte abrazo de vuestro Uri querido!



¡FELIZ 2008! (y a tocarse el...)





sábado, 8 de diciembre de 2007

Qué odioso (de vuelta en el ECI).

Hoy, amigos míos (y no tan amigos) voy a quejarme de algunas cosicas que he vuelto a experimentar en mi vuelta como trabajador en El Corte Inglés (ECI pa los vagos). Quizá os suena a deja vu (ya me quejé de ello el año pasado), pero es que ODIO:

- que la tienda quede hecha un zarrapastrajo con toda la ropa amontonada encima de otra ropa, de las estanterias o de alguna mesa que sólo sabes que lo es porque les ves las patas, porque sino creerías que es una montaña de ropa uniforme. Qué grande es ese momento en el que ves que, después de una eternidad (porque lo es) plegando ropa, viene la peor marabunta de gente creada jamás y todo tu trabajo se va a la mierda.

- que se haga la caja tarde, eso es, cuando ya han tocado las 22h, la voz amable de una mujer en megafonía anuncia que el centro esta cerrado, han apagado las luces y tu estás contando el dinerico con la luz que consigues del monitor de la caja y del móbil. Hoy creo que mis dioptrías han augmentado en un 200%.

- los clientes tocacojones (y de esos conté alguna anécdota graciosilla el año pasado). Se les podría dedicar un mundo entero, a los majetes. Se pasan tantos buenos momentos con ellos...

Y cuando se junta todo esto (fórmula matemática es tienda desastrosa + cerrar tarde + clientes horribilus = desesperacióóóónnnnn), como en el caso de hoy, me pregunto que me pasará el día 7 de enero, mundialmente conocido como "inicio de las las rebaja-ja-ja-ja-jas".