martes, 10 de abril de 2007

C'est la vie

En la cima de la escalera del sótano, Broadman se arrodilló y hurgó en su bolsa de yescas. Resultó que todas estaban húmedas.
- Mataré a ese jodido gato -murmuró, mientras iba a buscar la otra caja que solía tener junto a la puerta.
Había desaparecido. Broadman soltó un taco.
- Ten, toma ésta.
- Gracias -respondió Broadman.
- No hay de qué.
Broadman fue a tirar la cerilla escalera abajo. Se detuvo con la mano en el aire. Miró la cerilla con el ceño fruncido. Luego, se dio la vuelta y alzó la llama para observar la escena. No daba mucha luz, pero bastó para distinguir una forma en la oscuridad...
- Oh, no -jadeó.
- Oh, sí -dijo la Muerte.



PD: Nótese mi recién adquirido gusto por la saga de libros de Mundodisco y, sobretodo, por la Muerte. Quién me iba a decir que alguien como ella sería tan cachonda.

PD2: Con la Muerte me refiero a un personaje de los libros de Mundodisco. Aún tenéis Uri para rato, tranquilos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oriol! Estic indignat! tu per aquests blogcamins del senyor i jo sense saber-ho!!

La mort sempre és cómica, i si no riem és pq no li pillem l'humor, és molt inteligent...

una abraçada!